JonBenét Ramsey
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JonBenét Ramsey (Fuente: Crime Museum) |
La víctima
JonBenét Patricia Ramsey nació en Georgia, Estados Unidos, el 6 de agosto de 1990. Cuando ya había cumplido un año, ella y su familia se mudaron a Boulder, Colorado. Sus padres eran John Bennett Ramsey, quien al momento de los hechos era un reconocido hombre de negocios, presidente y jefe ejecutivo de la compañía de servicios informáticos Access Graphics, y Patricia "Patsy" Ramsey, ama de casa. Tres años antes de que naciera la niña, el matrimonio había tenido un hijo, Burke Ramsey. El primer nombre de la pequeña combinaba el primer y segundo nombre de su padre, y su segundo nombre era en homenaje a su madre.
Patricia había participado en concursos de belleza durante su juventud, coronándose como Miss Sweet Virginia en 1977. Esto influyó en la vida de JonBenét, a quien Patsy había postulado en numerosos concursos de belleza infantil, llegando a financiar algunos de los certámenes en los que participó su hija. La niña se convirtió en una de las concursantes más conocidas en ese ámbito y obtuvo los siguientes títulos: America's Royal Miss, Colorado State All-Star Kids Cover Girl, Little Miss Charlevoix Michigan, Little Miss Colorado, Little Miss Merry Christmas, Little Miss Sunburst y National Tiny Miss Beauty.
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Luego de veinticuatro años, el caso sigue sin resolverse (Fuente: Film Daily) |
Los restos de JonBenét se encuentran en el Saint James Episcopal Cemetery en Marietta, Georgia, junto a la tumba de su madre, que murió de cáncer de ovarios en 2006, y la de su media hermana mayor, Elizabeth Pasch Ramsey (hija del primer matrimonio de John Bennett), que falleció a los 22 años en un accidente automovilístico cuatro años antes de los hechos.
Los hechos
El cuerpo sin vida de JonBenét Ramsey fue hallado en el sótano de su casa el 26 de diciembre de 1996.
La familia Ramsey había pasado la cena navideña, la noche anterior al hallazgo, con Philipe y Priscila White, un matrimonio amigo. A las 21:30, los Ramsey ya habían vuelto a su hogar y se fueron a dormir, siendo que al día siguiente volarían a Michigan. Durante la madrugada del 26, alrededor de las 5:30, Patsy bajó de su habitación y encontró una carta de tres carillas en la escalera.
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Carta encontrada por Patricia Ramsey (Fuente: Diario UNO) |
En la nota se anunciaba que una banda extranjera había secuestrado a la niña, a la cual liberarían si pagaban 118000 dólares. Además, aclaraban que no debían contactarse con la policía ni con familiares o amigos si querían recuperar a JonBenét con vida. A pesar de esta advertencia, y luego de ver que su hija no estaba en su habitación, Patricia llamó a la estación de sheriff local, así como a familiares y amigos.
Hubo dos detalles de la carta que llamaron la atención de los investigadores. El primero era que la suma exigida era similar a un bono que John había cobrado como bonificación de fin de año. El padre de la joven señaló ese detalle, por lo que se consideraron como sospechosos a varios empleados de Access Graphics, que luego fueron descartados.
El segundo fue el hecho de que la nota de rescate era inusualmente larga. El FBI, actuando como consultor, dijo a la policía que eso no era común en una escena del crimen, por lo que creían que era una puesta en escena. Además, la carta no tenía huellas digitales más que las de Patsy y los policías que la habían manipulado. Sumado a esto, se estableció que había sido escrita con una lapicera y bloc de notas propios de la familia, así como un borrador descartado de la misma fue encontrado. Esto hizo creer que los secuestradores se tomaron el tiempo para escribir dentro de la casa en lugar de capturar a la niña lo más rápido posible. Un análisis más detallado determinó que había un uso inusual de signos de exclamación e iniciales.
A las 5:55 dos oficiales llegaron a la casa de los Ramsey y no encontraron evidencia de entrada forzada ni vidrios rotos, así como tampoco huellas en la nieve. Los únicos en la casa eran John, Patricia y Burke. El oficial Rick French revisó el sótano y encontró una puerta cerrada desde adentro con un pasador. Como estaba buscando una supuesta ruta de salida, no la abrió. La detective Linda Arndt llegó a las 8 para esperar la llamada de los secuestradores (como se había informado en la carta), pero nadie intentó reclamar el dinero.
A lo largo del día la policía se puso en contacto con la familia numerosas veces. A las 13, Arndt le pidió a John y Fleet White que revisaran la casa en busca de algo inusual debido a que el equipo forense solo había hallado huellas de la familia. Comenzaron su búsqueda en el sótano y fue allí donde John encontró el cuerpo de su hija sin vida. La niña fue encontrada tendida en el suelo, boca arriba. Su boca estaba cubierta con cinta adhesiva, tenía un cordón de nylon en sus muñecas y cuello, su torso estaba cubierto con una sábana blanca, y presentaba arañazos y marcas por todo su cuerpo. El padre quitó la cinta adhesiva que cubría la boca e intentó desatar la cuerda que tenía amarrada en los brazos, cosa que dificultó posteriormente el estudio de la escena del crimen. Además, levantó el cuerpo y lo llevó arriba, contaminando la escena y el cuerpo, destruyendo posible evidencia. Esa noche las autoridades permitieron la remoción del cuerpo.
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Recreación de la posición del cuerpo al ser hallado |
La autopsia reveló que la causa de la muerte de JonBenét fue "asfixia por estrangulamiento asociada a un trauma craneoencefálico". El estrangulamiento se produjo mediante un garrote (técnica que consiste en apretar una soga alrededor del cuello dando vueltas a un trozo de madera para ejercer más presión) que había sido confeccionado con una correa de nylon y el mango de una brocha. Su cráneo tenía una fisura de 20 centímetros producto de fuertes golpes en la cabeza con algún objeto contundente. También presentaba traumas cerebrales.
No hubo evidencias de violación, aunque no se descartó la agresión sexual. Se encontraron muestras de ADN en la ropa interior, pero luego fueron descartadas debido a que pertenecían a las personas que empacan la ropa en las fábricas. Si bien no hallaron semen, había evidencia de lesión vaginal y un experto forense afirmó que su vagina había sido limpiada con un paño. Asimismo había manchas de orina.
También se hallaron restos de ananá en su estómago, ante lo cual los padres informaron que no recuerdan haberle dado de comer eso a la niña. Sin embargo, había un tazón con ananá en la cocina con las huellas de Burke, quien había estado durmiendo toda la noche y fue despertado luego de que llegara la policía. Los padres sostienen que el niño, que tenía 9 años al momento de los hechos, estuvo toda la noche en su cuarto, siendo que no hay evidencia que muestre lo contrario.
La noche en que JonBenét desapareció nadie más que sus familiares se encontraban en casa. John comentó a la detective Arndt que estaba seguro de que todas las puertas estaban cerradas. Sin embargo, una de ellas fue encontrada abierta de par en par. En el sótano había una ventana que daba al exterior y tenía uno de sus cristales rotos. Sin embargo, John afirmó que era posible que él hubiera roto por accidente aquel vidrio unos meses antes del crimen. Debido a la presencia intacta de una telaraña en la ventana, se descartó que alguien haya entrado o salido de la vivienda por allí. Además, el hueco del cristal era demasiado pequeño como para que pudiera pasar un adulto.
Es importante mencionar que hubo numerosos errores realizados por las autoridades. En principio, un equipo forense de investigación fue enviado a la casa, pero sólo con la información de que una niña había sido secuestrada. Por este motivo, no se tomaron las precauciones necesarias para evitar la contaminación de pruebas típicas de una escena del crimen. Sumado a esto, solo se acordonó el cuarto de JonBenét, por lo que amigos y familiares recorrieron el resto de la casa libremente, pudiendo destruir potencial evidencia. Además, la policía compartió evidencia encontrada con la familia y retrasó sus interrogatorios. No haber interrogado separadamente al matrimonio y la manipulación incorrecta del cadáver también perjudicó la investigación.
Otro hecho que cuestionó el accionar policial fue el hallazgo de más muestras de ADN en objetos del sótano y en el cuerpo, dando un total de seis perfiles masculinos que no coincidían con los Ramsey. Al respecto, el patólogo forense Michael Baden comentó que "Pequeñas cantidades de ADN pueden llegar a lugares, objetos y ropa, pero no significa que todos sean sospechosos. No hay evidencia forense que demuestre que fue un asesinato cometido por varias personas".
Sospechosos
Familia Ramsey
Seis meses después de los hechos, la familia Ramsey se mudó a Atlanta (Fuente: Infobae)
Hay dos teorías populares en el caso: la de la familia y la del intruso.
Desde el comienzo, llamó la atención de las autoridades la actitud defensiva de los padres. También consideraron extraña la contratación de dos abogados criminalistas, un investigador privado y el experto en relaciones públicas Pat Korten. Asimismo, las conductas que mostraron los padres al momento del descubrimiento fueron, para los detectives, poco habituales: Patsy lloraba desconsoladamente mientras John se mostraba demasiado tranquilo. Además, no se consolaban ni hablaban entre ellos. Sumado a esto, los Ramsey se mostraron reacios a cooperar con la policía. Más tarde aclararían que esto fue así debido a que temían que la policía no realizara una investigación exhaustiva y los considerara los principales objetivos por ser sospechosos fáciles.
John Ramsey
Según esta teoría, el padre es el responsable del asesinato. Indicios sugirieron que John abusaba sexualmente de su hija tiempo atrás y que incluso ambos progenitores participaron en actos sexuales la noche en que murió.
La revista Vanity Fair aseguró que la niña falleció mientras sus padres practicaban junto a ella un juego sexual que se escapó de control. Una teoría similar planteó el médico forense Cyril Wecht en Globe. Tanto él como el patólogo forense Robert Kirschner afirman que JonBenét fue agredida sexualmente la noche en que murió. Según ellos, la abertura vaginal era el doble de grande que la de una niña promedio. Esto significaba que había sido agredida, pero no penetrada con un miembro viril. También sostienen que este hecho se había producido en anteriores ocasiones. Sin embargo, otros patólogos forenses descartaron este hecho.
Los forenses determinaron que el cuerpo fue limpiado, aunque no esterilizado del todo, así como que la niña había sido vestida después de ser asesinada. Para algunos el hecho de que John hubiera corrido el cuerpo para después volver a depositarlo donde lo encontró fue un intento de alterar la escena del crimen, lo que lo volvía más sospechoso.
Patricia Ramsey
Esta teoría sostiene que la madre fue la asesina. El motivo por el cual habría matado a su hija se debería a que estaba harta de que la niña mojara la cama, algo que no se comprobó que sucediera. Por esto, la habría golpeado en un ataque de ira, matándola de manera accidental. Luego, intentaría cubrir el crimen con la simulación de un secuestro, escribiendo la nota de rescate y actuando junto a su familia. A pesar de esto, la mujer no tenía antecedentes de violencia conocidos.
En agosto de 2006, Roger Depue, experto del FBI, concluyó que el perfil del autor de la nota encajaba con el de la madre. Sostiene que la nota fue escrita para confundir las verdaderas razones de la muerte de la menor. También añade que la frase «Los dos señores que guardan a su hija» tiene un toque femenino y que la oración «No intente idear un plan, John» denota que el autor conoce muy bien a John, tanto como para saber qué es lo que podría molestarlo. Sumado a esto, la experta en caligrafía Cina Wong encontró más de 200 similitudes con la letra de Patsy Ramsay en la nota, afirmando que ella es la autora de la misma. Sumado a esto, como se menciona previamente, el papel y bolígrafo utilizados eran de la casa, más específicamente de una habitación donde había instalado su despacho.
Según un informe inicial había "indicios claros de que la autora de la nota es Patricia Ramsey". Sin embargo, no se llegó a una conclusión al 100%. Un patólogo forense, consultado luego por ambas partes del caso, dijo que nunca había visto una nota así de larga en sus 60 años trabajando. También Baden afirmó que no creía que la carta fuera escrita por un "extraño" y que todo parecía indicar que era del entorno de la familia o amigos de los Ramsey. Después un tribunal federal desestimó que la carta fuera escrita por la madre, citando a seis expertos en caligrafía que la descartaron como autora.
Otro hecho que levantó las sospechas contra ella fue la llamada al 911. En la misma, Patsy dijo haber estado sola. Sin embargo, se cree que habría colgado mal el teléfono, permitiendo escuchar otras voces. Supuestamente, se escuchaba la voz de un hombre (presuntamente John) diciendo "No vamos a hablar más contigo", seguido de una voz (Patsy) diciendo "Ayúdame Jesús" o "¿Qué hiciste? Ayúdame Jesús". Finalmente, una voz suave como la de un niño (posiblemente Burke) agregaba "¿Qué encontraron?". Sin embargo, el tape fue analizado 9 veces, por el FBI y por el Servicio Secreto de los Estados Unidos, siendo que no reportaron ninguna otra voz más que la de la operadora y la de Patsy.
Burke Ramsey
Dentro de los sospechosos en la familia, una de las teorías que más fuerza tiene es la de que el hermano sea el autor del crimen. Se cree que Burke podría haber tenido resentimiento hacia su hermana por haber vivido siempre a su sombra o celos por haber robado la atención de sus padres. Sin embargo, según consta en la página web oficial del caso, siempre fue introvertido y tímido, siendo que no le molestaba el no ser el centro de atención.
La familia aseguró que ambos niños tenían una buena relación. No obstante, en el verano de 1994, Burke golpeó accidentalmente a JonBenét con un palo de golf en el rostro mientras jugaba a batear. Por este motivo, la mejilla izquierda de la menor tuvo que ser reconstruida por un cirujano plástico. En otra ocasión, según informa Infobae, Burke tiró sus propias heces sobre la cama de JonBenét.
Otro hecho que aumentó las sospechas fue una frase que el niño habría dicho a su psicóloga, Suzanne Bernhard, trece días después de morir su hermana: "Ahora estoy recuperando mi vida". Después del asesinato, Burke pasaba todo el día llorando y mirando un video donde aparecía su hermana en un concurso de belleza. Un psiocólogo infantil afirmó que parecía que los Ramsey tenían relaciones familiares "sanas y afectuosas".
Los agentes consideraron que aquella noche, Burke se levantó de su cama y bajó hasta la cocina donde se encontraba su madre, quien le preparó un tazón de ananá con leche. JonBenét también habría bajado y comió algunas porciones del recipiente de su hermano, coincidiendo con lo hallado en su estómago en la autopsia. Esto habría provocado un ataque de ira en el niño, quien habría agarrado una linterna que había sobre la mesa, golpeando a su hermana en la cabeza, lo que le produciría la fractura de cráneo y una muerte instantánea. Una linterna apareció en la escena del crimen, pero no pudieron hallar en ella ninguna prueba de que hubiera sido usada como un arma.
Para corroborar esta teoría, los expertos realizaron pruebas con un niño de la misma envergadura que Burke y un cráneo real, siendo que el menor realizó exactamente la misma lesión que presentaba la víctima. Esto llevó a la conclusión de que tanto Patsy como John estaban encubriendo a su hijo, lo cual explicaría el comportamiento de ambos y que la madre escribiera la nota.
También se especuló con que la niña pudo recibir algún tipo de descarga eléctrica con un taser antes de ser secuestrada. Esto se dedujo a partir de dos marcas que había en su cuerpo. Sin embargo, las marcas que dejan estas descargas son alargadas, no como las que tenía la víctima. Tras las pruebas realizadas para intentar averiguar cuál fue el objeto empleado para dejar las marcas, se percataron que en el escenario del crimen había un circuito de tren de juguete que pertenecía a Burke. Al comparar la distancia de los enganches de los rieles con las marcas que tenía JonBenét en su piel, se dieron cuenta de que coincidía a la perfección.
Días después de la muerte de su hermana se le realizaron diferentes entrevistas a Burke. La actitud tranquila que mostró el joven llamó la atención de los investigadores, siendo que parecía no mostrar interés en lo sucedido ni se mostraba afectado. Años más tarde, accedió a una nueva entrevista, en la cual algunos alegan que también se comportó extrañamente.
Un programa transmitido por CBS titulado "El caso de JonBenét Ramsey" apuntó directamente al hermano de la niña. Allí se mostraban entrevistas realizadas a expertos imparciales que analizaron las evidencias y que teorizaban que el hermano le había dado un fuerte golpe en la cabeza con un objeto pesado, sin intención de matarla; así como que la carta de rescate fue un intento de encubrir las circunstancias de la muerte. El abogado de Burke Ramsey presentó serias demandas contra CBS, los productores del programa y varios de esos expertos.
Finalmente, en el año 2003, la justicia consideró que las pruebas halladas en la escena del crimen no eran suficientes para culpar a sus familiares, resultando éstos exonerados. Si bien nunca fueron formalmente acusados por el crimen, recién en julio de 2008, la fiscal de distrito del condado de Boulder, Mary Lacy, señaló que nadie del círculo familiar de la pequeña era ya sospechoso del crimen. Aseguró que los tres eran inocentes y pidió disculpas por tantos años de haberlos tenido bajo el manto de la duda. La evidencia en la que se basó fue el hecho de que el ADN hallado en la ropa interior de la víctima no coincidía con ninguno de ellos.
En 2015 el jefe de policía de Boulder, Mark Beckner, volvió a apuntar a los padres, afirmando que "Exonerar a cualquiera basado en una pequeña evidencia de ADN que no demuestra que esté vinculada con el crimen es absurda". También lo hizo un año después Gordon Coombes, ex investigador de la oficina fiscal, al decir: "Todos arrojamos ADN todo el tiempo. Se puede depositar en cualquier lugar por varias razones. Descartar a alguien simplemente por la premisa del ADN, especialmente cuando la escena del crimen no estaba asegurada, es una exageración".
Teoría del intruso
La segunda teoría popular es la del intruso. Esta se sustenta por evidencias tales como la huella de una bota encontrada al lado del cuerpo y gotas de sangre de un hombre desconocido en la ropa interior de JonBenét. Además, el piso de la casa era alfombrado, haciendo posible que el asesino arrastrara el cuerpo hasta el sótano sin despertar a la familia.
Ninguna de estas pruebas coincidió con algún familiar de la niña. La muestra de ADN fue ingresada en 2003 en la base de datos nacional de Estados Unidos (CODIS), aunque no hubo coincidencias. En 2016 se anunció que la misma sería enviada al Colorado Bureau of Investigation para ser testeada con métodos más modernos y obtener un perfil más amplio del asesino.
John Mark Karr
Karr admitió, falsamente, ser el asesino de JonBénet (Fuente: FilmDaily)
En 16 de agosto de 2006 se detuvo a John Mark Karr, ex maestro de escuela, en Bangkok, Tailandia, a sus 41 años. Karr confesó a través de correos electrónicos que había sido el asesino de JonBenét, siendo que la muerte de la niña fue accidental durante un "juego de amor que salió mal". Sostuvo que la había drogado (no se encontraron drogas en la autopsia, lo que le restó credibilidad), agredido sexualmente y accidentalmente matado.
Sin embargo, el 28 de agosto del mismo año, se confirmó que no era el asesino ya que su ADN no coincidía con el hallado en la ropa de la niña. Según la CNN, las autoridades afirmaron que "no se encontró ninguna evidencia que vinculara a Karr con la escena del crimen". Los hechos que proporcionó en su confesión eran conocidos públicamente, sin poder agregar información que convenciera a los investigadores. Otro hecho que llamó la atención a la policía fue la insistencia con la que se atribuía la responsabilidad del asesinato y algunas contradicciones en su discurso, como que había ido a buscar ese día a la niña al colegio cuando no había clases. Tampoco pudieron confirmar que estuviera en Boulder en el momento de los hechos.
Una vez en Estados Unidos, fue liberado para luego ser detenido nuevamente por tenencia de material pornográfico infantil. Aparentemente, el hombre estaba obsesionado con la menor, siendo que incluso pretendía escribir un libro sobre el trágico caso.
Gary Oliva
Oliva cumple una condena de diez años por pornografía infantil (Fuente: The Denver Post)
El 11 de enero de 2019, el criminal convicto Gary Oliva se declaró culpable del asesinato de JonBenét. Oliva confesó a través de unas cartas que envió a Michael Vail, su excompañero de secundaria. Sus cartas fueron escritas desde la prisión y decían: "Nunca amé a nadie como amé a JonBenét, pero la dejé escapar, le partí la cabeza y la vi morir. Fue un accidente", así como también describió la "piel hermosa y resplandeciente y el cuerpo divino de Dios" de la niña. Se encontraba preso por dos cargos de intento de explotación sexual de un niño y un cargo de explotación sexual.
Oliva vivía en Boulder cerca de los Ramsey, era pedófilo y tenía causas por abuso sexual. En su mochila encontraron recortes de una revista donde aparecía JonBenét durante un arresto por un asunto de drogas en 2000. Un compañero de secundaria suyo afirmó que el presunto culpable lo llamó inmediatamente después del crimen de la niña y le confesó angustiado: "He lastimado a una niña. Lastimé a una niña".
Para Lou Smit, un respetado detective retirado de Boulder, Oliva era uno de los principales sospechosos. A pesar de su declaración y conductas sexuales, fue desestimado por la policía ya que su ADN no coincidía con el hallado en la escena del crimen.
Randy Simons
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Pamela Griffin fue quien recomendó el fotógrafo a los Ramsey (Fuente: Lane County Jail) |
En 2019, Randy Simons, un fotógrafo de 66 años, fue detenido por 15 cargos de pornografía infantil.
Simons había sido interrogado en 1997 por el asesinato de JonBenét. Inclusive había sido fotógrafo de la niña seis meses antes del crimen, ya que Patsy lo contrató para que su hija tuviera un portfolio más profesional para los concursos de belleza. La mujer había quedado encantada con el resultado de la sesión.
Pamela Griffin, ex amiga del fotógrafo, aseguró que Simons debería de ser investigado por el crimen. Según la mujer, el sospechoso comenzó a actuar de forma extraña después de la muerte de la menor. También declaró que le comentó lo siguiente: "Tengo la corazonada de que el Departamento de Policía de Boulder piensa que fui responsable de la muerte de JonBenét, y no puedo probar que no lo hice. No tengo una coartada para el día de Navidad de 1996".
Otro hecho que la convence de que su ex amigo es el culpable es la cuerda de nylon encontrada junto al cádaver. Griffin afirmó que Simons tenía un barrilete con el mismo tipo de cuerda que la hallada en la escena del crimen. Aseguró haberla visto cuando llevó a su hija a una sesión de fotos con él, donde el hombre le dio a la pequeña un barrilete para que posara en una de las imágenes. Pamela llevó la foto a la policía, pero no hicieron nada al respecto.
Simons ya había sido condenado a dos años de libertad condicional y a 100 horas de servicio comunitario en 1990 cuando lo acusaron de asalto por amenazar con disparar a un hombre con una flecha.
Durante la investigación inicial, Simons había sido descartado porque su ADN no coincidió con el hallado en la escena del crimen.
En 2020 fue liberado de la cárcel debido a la pandemia del coronavirus y por ser una persona de riesgo. Las autoridades temen que se escape, ya que aseguró tener información sobre el asesinato que no estaba dispuesto a revelar.
Otros sospechosos
Entre los primeros sospechosos se encontraban Bill McReynolds, vecino de los Ramsey que se había disfrazado de Papá Noel para esa Navidad y confeso admirador de la niña; Linda Hoffmann-Pugh, ex empleada de la familia que tenía llaves de la casa; y Michael Helgoyh, quien se suicidó poco después del crimen. Sin embargo, todos ellos fueron desestimados luego de que el ADN no coincidiera con el de la escena.
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